Mensajes de diversas orígenes

 

sábado, 5 de julio de 2025

¡Paz, Corderos Míos, Paz, Ovejas Mías! Llega el Tiempo de la Trashumancia y los Pastos rebosan de Alimento Sagrado

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a Christine en Francia el 30 de junio de 2025

 

[El Señor] Oh hombres, lentos para comprender, lentos para oír lo que dice el Señor, ¿cuándo despertaréis vuestras almas a Mi Presencia, cuándo despertaréis? Porque se acerca el tiempo del fin, ¡y muchos aún no están preparados para escuchar Mi Palabra de vida!

Descenderé del Cielo y vendré para reunir a los Míos y conducirlos al Reino de la Vida. En ese momento, habrá grandes levantamientos, grandes trastornos y gran agitación. Una terrible cacofonía caerá sobre los hombres y será como un castigo, pues muchos han oído Mi Palabra, muchos han estudiado Mi Enseñanza, pero tan pocos, tan pocos la han comprendido o puesto en práctica.

El hombre, hijos, sólo aprende a través de la humillación, pero si se hace igual al Maestro, cosa que no es ni puede ser, no sólo se pierde a sí mismo, sino que lleva consigo a una multitud. Hijos, sed simplemente ovejas que pastan en Mis pastos dados para vosotros. Estas ovejas viven de Mi Gloria porque se entregan a su Maestro en completa paz. Hijos, escudriñad las Escrituras para comprender cuál es y dónde está el camino de la Salvación. Os espera a vuestra puerta, para transportaros mucho más allá de las esferas de la Tierra, a lugares desconocidos donde cada uno recibirá la Sabiduría del Padre Eterno.

La entrega, hijos, es el primer signo de la sabiduría, pues muestra la confianza absoluta en el Amado del Padre, que soy Yo, que vine y que vendré de nuevo para guiaros por el camino y transportar a las almas a la Casa del Padre.

Hijos, no hay más camino que rendir vuestra voluntad a la Mía, que es la del Padre, porque Mi Voluntad unida a la del Padre es perfecta, y en la perfección encontráis el camino y sois invitados. Mi pensamiento es uno y único, y os traigo la flor de Mi Corazón para que, en un rosetón perfecto, establezca en vuestros corazones el canto y el campo de Mi amor. Hijos, Aquel que os acompaña -que está a vuestro lado- viene a guiaros por el camino, para que no os perdáis ni os disperséis. Yo soy el Buen Pastor que viene a cuidar de Su rebaño y que viene a conducir a Mis ovejas al Reino eterno. Que se levanten los que se humillan y que se humillen los que se levantan, pues se acerca el tiempo en que el hombre será destruido para convertirse en el Hombre tal como lo creó el Padre.

Hijos, vengo a buscar a los Míos, a liberar a los oprimidos y a bloquear a los fuertes, a los sin ley, a los que no tienen más ley que la suya propia, que es la ley del orgullo que les inculca el Diablo.

Hijos, mediante el sufrimiento venceréis, pues sólo el sufrimiento purifica y poda las ramas malignas en el hombre, para que la Luz pueda entrar en él y liberarle de los impostores que le cierran el camino. Hijos, tened fe en Aquel que viene a salvaros, Aquel que mediante la Cruz hizo resonar toda la Creación con el Sacrificio divino, para purificarla y transformarla. El árbol ha dado su fruto y ha plantado sus raíces en lo invisible, que han crecido como venas en los parterres de la Tierra y han regado los caminos de la vida. Hijos, al uniros a la procesión, no os dispersáis y quedáis marcados con el Sello en la frente, y a través de vuestras manos habla la Palabra viva, que es acogida, don y reunión.

Hijos, llevad la oración en vuestros corazones, y la oración, como un fuego que se extiende, invadirá los corazones que saltarán con vida y abandono. Hijos, a través del fiat entráis en la casa del Padre y camináis por el Camino de la vida construido para vosotros desde toda la Eternidad. En cada encrucijada os encontraréis, y la larga procesión que formaréis será como un soplo que renovará los cimientos de la Tierra y llevará en sus profundidades el Aliento divino que la fortalecerá.

La Sal de la Vida, hijos, entrará en las venas de la Tierra y en las de vuestros corazones, y todos estaréis unidos en el mismo ritmo de amor y caminaréis por el Sendero de la Vida establecido para vosotros desde toda la Eternidad.

Hijos, en la rendición, la paz reina en los corazones; en la rendición, la Fuente viva fluye y recubre las venas de la Tierra con el Fuego del amor. Hijos, en cada encrucijada, Mi voz resuena y os llama; escuchad atentamente y apresuraos, y en Mi Hogar seréis guiados y viviréis en paz y serenidad.

Hijos, vengo a reunir a Mis hijos y a guiaros por el único Camino de la vida, el camino de la fuerza y de la esperanza, el camino de la liberación, el camino de la Vida eterna, establecido para todo hombre que, en busca de la única Verdad, lleva en sí mismo la paz que le ha sido dada.

¡Ve y avanza! El camino está trazado ante ti, en silencio se te muestra el camino, lejos de las multitudes, y se te da la apertura. El silencio, hijos, acuna la paz en el hombre. ¡Id en paz! Se traza el camino en la oración, el que se reúne acoge, se hace acogedor y ensancha el camino para la multitud.

El Juez Justo está ante ti para liberarte y mostrarte el camino de la Salvación.

Ve, y ya no darás a luz con dolor, sino con alegría, pues habrás encontrado el camino de la entrega.

¡Paz, ovejas Mías! ¡Paz, Mis corderos! El tiempo del círculo de la razón ha terminado, llega el tiempo de la entrega y del dar. Os traigo Mi paz.

Os marco con Mi Señal, nadie podrá perturbaros ni impedir vuestro camino. Conmigo viviréis y en Mi Morada os guardaré y protegeré.

¡Paz, Mis corderos, paz, Mis ovejas! Se acerca el tiempo de la trashumancia, y los pastos rebosan de Alimento sagrado.

Origen: ➥ MessagesDuCielAChristine.fr

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